Los Maestros Ascendidos han explicado que la Ley de la Vida exige que se de una cierta cantidad de energía por esfuerzo personal, viniendo del lado físico de la existencia, para alcanzar la Ascensión. Esta proporción es al menos, de un tercio de la energía de la sustancia requerida.
Siempre en la incorporación en la que la Ascensión se cumple, recibe de un Maestro Ascendido el estudio de las instrucciones que ahora se dan en la Instrucción YO SOY.
- El conocimiento claro y preciso de la Poderosa Presencia YO SOY.
- El empleo del Verbo creador YO SOY.
- El empleo consciente de la Llama Violeta consumidora.
Durante los años, meses o días que preceden a la Ascensión, el cuerpo mental superior y los Maestros Ascendidos que dan su radiación, absorben gradualmente la sustancia purificada de la forma física en el cuerpo mental superior. Cuando la retirada final de la luz , la energía vital del cuerpo tiene lugar, el cuerpo etérico abandona la carne, los restos no son sino una apariencia. El cuerpo etérico compuesto de la sustancia rara del elemento Tierra, contiene todos los registros de todas las experiencias de todas las incorporaciones. En el momento de la Ascensión todos los registros discordantes son aniquilados, por el empleo consciente de la Llama Violeta consumidora. Ésta operación se pone en marcha y termina finalmente con la ayuda de uno o varios Maestros Ascendidos. Por la cremación la discordia de la carne se consume igualmente en el elemento Tierra.
A veces, transcurren varios años entre el principio y la conclusión del proceso de Ascensión. Deberían concentrarse los estudiantes, con la mayor frecuencia posible, sobre la idea de la Ascensión y dar alabanza y gratitud conscientemente por la posibilidad de ésta realización. Al despertar, el primer pensamiento deberá ser la ALEGRÍA de estar un día más cerca de la Ascensión. Es preciso adquirir el hábito de cargar toda la energía y la sustancia de vuestro ser con la victoria de la Ascensión.
Amado Saint Germain