Damas y Caballeros, Bienvenidos al Templo de la Precipitación; bienvenidos a los
Regalos que son Nuestros para dar en el Corazón del Royal Tetón; bienvenidos al uso de
Nuestras ante-cámaras, en donde ustedes pueden juntarse con su prójimo o con el Jerarca
Quien sea el más cercano a su afinidad o desarrollo en la presentación u ordenación de sus
energías a las de su Jerarca en algún esfuerzo constructivo. Bienvenidos al Salón de la Llama donde hemos tratado de establecer para su belleza y disfrute la más exquisita amplificación de la Llama de la Precipitación completamente rodeada de las Flores de Fuego del Oriente.
Ellas están entrelazadas alrededor del Altar Circular con el verde y dorado que Nosotros
amamos. Las Flores de Fuego del Oriente son similares a las flores físicas del Oriente. En el Occidente puedo describirlas mejor como el loto abierto de la petunia, no las pequeñas, sino el tipo atrompetado grande y las más grandes calas blancas. En el Oriente estas son muy fragantes, como también lo son las magnificentes orquídeas amarillas y el loto amarillo… fila tras fila alrededor de la Llama de la Precipitación – algunas traídas por los Jerarcas y los chelas del Oriente y algunas quietamente preparadas por Nosotros Mismos. Así que tienen un hermoso arreglo de flores todas alrededor de la Llama de la Precipitación – de seguro no obstruyendo Su magnificencia a medida que Esta se eleva hacia la atmósfera… el color, fragancia y la reverencia de la vida en el Reino de las Flores, porque cada flor dentro de este banco altar está enraizada con la sustancia nativa viviente de su propio país.
Como saben, Nosotros en el Oriente, respetamos la flor, el árbol y el arbusto. Un simple
capullo significa para Nosotros una vida de esfuerzo de parte del elemental quien aprende
primero cómo crearlo en pensamiento, luego a llenarlo con el perfume, a colorearlo con su
entonación adecuada y a traerlo al mundo de la forma. También para Nosotros la flor u hoja de grama nunca debería ser desarraigada. En los Días de Fiestas específicos, Nosotros no desarraigamos las flores sino que conservamos la esencia nativa con la cual ellas crecieron para que ustedes puedan disfrutar su esencia, fragancia, la bendición, la belleza y el color de la flor, y la flor tiene el nutrimento de su propio hábitat y la reverencia de Nuestra Luz para que ellas nunca mueran.
Desearía que en su mundo de la forma su reverencia por la vida se pudiera desarrollar
así para que ustedes, también, al pasar por el camino de la vida ni siquiera doblaran la
grama ni quitaran la flor de su tallo y raíz sino que la disfrutaran con su belleza natural y
luego precipitaran su similar.
Ahora les daré una corta precipitación… para lo cual a través del Foco en Nuestro
Retiro tienen treinta días completos para practicar justamente la precipitación de una cala
no más grande que cerca de tres pulgadas – una cala blanca sencilla en un tallo verde,
enraizada en la Tierra del Hemisferio Occidental. Voy a dejarles que la perfumen de acuerdo a su propio sentimiento…
De seguro, estamos apiñados en Nuestro Templo porque a todo el mundo le gusta
precipitar o venir a aprender cómo, aunque ellos no sepan lo que van a precipitar, la propia palabra ‘precipitación’ trae a sus mentes abundancia en este mundo de la forma.
Naturalmente que la abundancia es esencial y en Nuestro Reino no existe carencia de
ninguna cosa con la precipitación del bien, y su Virtud es parte de Nuestro entrenamiento.
¡Vengan, queridos corazones, ustedes no sufrirán! Aprenderán a precipitar y
precipitando el bien, serán flores en el Reino de Dios! Gracias.
Amado Lanto