Todos los vehículos del hombre están compuestos de partículas infinitesimales de energía, calificada por el individuo mismo a través de largas eras de su individualización, con un cierto tipo
de sensibilidad hacia varios estratos de pensamiento, sentimiento,
memoria y actividad. El desarrollo de estos vehículos avanza de acuerdo a la escogencia del libre albedrío de cada individuo en el
uso de la vida. Concerniente a los cuatro cuerpos inferiores, si ellos
son perezosos, letárgicos y no controlados, el individuo tiene pobre
recepción en cuanto a las Ideas Divinas, Gracia Divina y Asistencia
Divina se refiere. Cuando el Cristo en el hombre acelera la acción
vibratoria de sus vehículos, él literalmente “nace de nuevo” a un
nuevo mundo donde los pensamientos, sentimientos, memorias
y actividades de una naturaleza superior forman el estímulo para
su vida y expresión. Este es el estado de la conciencia referida
por el Amado Jesús cuando El habló “del vivo y del muerto”. La
transmutación de las partículas de energía; el uso de los vehículos
del individuo para propósitos constructivos; la experimentación
con el poder de pensamiento, sentimiento, palabra hablada, recolección
de perfección, además de las obras físicas prácticas en
un esfuerzo constructivo, naturalmente elevarán los vehículos a
Estratos Superiores de conciencia. Este proceso de elevación de
la acción vibratoria de los vehículos del individuo es conocido
como la Ascensión hacia la pura Luz en la cual moramos Nosotros.
EL AMADO SERAPIS BEY