En Mi Propia experiencia, tuve que estar en guardia conscientemente
durante toda Mi Vida Terrenal, de modo que no
aceptara a través de la avenida de los sentidos, las pasmosas apariencias humanas de las cuales estaba rodeado. Requirió un
extraordinario esfuerzo no aceptar estas apariencias como reales.
Desde dentro de Mi Propia experiencia, hice la afirmación: “No juzgar de acuerdo a las apariencias…” Mi Madre, la Amada María,
Mi Padre, el Amado José (ahora Saint Germain); Mi Gurú, el Señor
Maitreya y la Hueste Angélica Me dieron una extraordinaria asistencia
manteniendo Mis vehículos internos, además de Mi cuerpo
físico, libre de la conciencia de la masa de esa Era. Si hubiera
permitido a Mi Conciencia o vehículos unirse a las apariencias
de aflicción e imperfección alrededor Mío, la acción vibratoria de
todos Mis vehículos habría sido bajada y la densidad resultante
de esos vehículos habría “cortado” el flujo de Vitalidad Espiritual
requerido para lograr una Ascensión pública. Ustedes, cada uno,
o están ascendiendo o descendiendo, de acuerdo a aquello a lo
cual ustedes permiten su atención fluir. En sus horas finales, su
Ascensión estará determinada por la acción vibratoria de sus vehículos
internos, además de la de su cuerpo carnal. Digo esto…
su Ascensión no se manifiesta como el resultado de gracia de un
momento sino de encarnaciones enteras de vigilancia, auto-control,
auto-maestría, aspiración y servicio a Dios.
EL AMADO JESÚS