El Templo en Fujiyama

El Puente, febrero 1976
El Foco Místico del Amado Kamakura pulsa en el Reino
Etérico sobre el Sagrado Monte Fuji, en la hermosa tierra
de Japón, conocida también como Nippon, – la cual es una
palabra derivada del antiguo Japonés significando ‘origen
de la Luz’. Este es el por qué Japón es a menudo llamado
‘La Tierra del Sol Naciente’. La pronunciación China de este
nombre nativo era ‘Jihpen’, y fue el origen del nombre poético
Inglés ‘Cipango’, y finalmente resultó ‘Japón’.
Siguiendo nuestro camino en conciencia hacia el Sagrado
Foco en el Reino Etérico, viajamos a lo largo de un
Sendero a través de jardines magnificentes de belleza y
delicadeza de diseño de la conciencia Oriental, y llegamos
a lo que parece ser un salón de té. Descansamos por un
momento a medida que somos saludados por dos preciosas
Damas Quienes son Hermanas de esta Hermandad. Ellas nos
hacen señas para detenernos por un rato y disfrutar de la
vista de los Jardines alrededor.
Existen muchos grupos de chelas, – y a una señal de
nuestro Guía, uno de los Miembros del Retiro, sabemos que
es el momento de continuar con nuestro Viaje Espiritual.
A medida que avanzamos, – nos damos cuenta que estamos
ascendiendo constantemente, como sobre una montaña,
evocadora del peregrinaje que los individuos hacen en el
mundo de la forma subiendo la Sagrada Montaña de Fujiyama,
siendo la diferencia que hay praderas verdes a intervalos
frecuentes.
Se nos permite varios períodos de descanso después
que experimentamos un estado glorioso elevado del ser, a
medida que llegamos a los magnificentes jardines rodeando
al Templo.
Elevándose en siete hileras está el Foco del Amado
Kamakura. El Templo está construido de un material similar
al alabastro, y cada hilera tiene la designación de lo que
parece ser una prolongación del techo, con las esquinas
volteadas hacia arriba, como un Techo de Templo Japonés.
Todos ustedes han visto este tipo de arquitectura en los
Templos externos sobre la superficie terrena de la Tierra.
En el ápice del Templo está un Foco Resplandeciente del
Fuego Sagrado, el cual a simple vista es como un Sol. Los
chelas realmente no ven esto, porque sus vehículos no podrían
soportar el Poder de esta Luz, y hay un anillo exterior
de suave Luz Blanca como el vapor elevándose sobre un lago
en la mañana temprano.
A medida que nos aproximamos a la entrada del Templo,
nos quitamos nuestros zapatos y nos ponemos la cubierta
de los pies provista por un asistente. No hay arrastre de los
pies o sonido en este procedimiento, todo se logra a través
de la gracia rítmica que es la forma de vida del verdadero
Oriental…

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