Estamos estudiando la Ley de Armonía de nuevo porque cada corriente de vida, en este universo, deben sólo reconocer que es deber de cada uno calificar toda la energía en su ser y mundo de forma armoniosa, sino también que, por fiat cósmico, se requiere que cada corriente de vida asuma la tarea de reeducar la energía de su mundo particular, para llevarla dentro de un patrón de expresión armonioso. Uno no puede, mediante esfuerzo o voluntad, cambiar los hábitos de siglos. Sin embargo, mediante la invocación del Amor Sagrado del Fuego Sagrado, a través de todos los ímpetus de la acumulación humana, dichas corrientes sí pueden ser cambiadas a ser emanaciones armoniosas y la energía de las corrientes de vida fluirá a través de esas radiaciones armónicas con una aún mayor velocidad que la energizada por la imperfección.
Amado Aeolus
CONTINUA…